Bio
Leticia Aboín Le Chevrel (Francia, 1977) es licenciada en Derecho y Tasadora de antigüedades y obras de arte. Su producción creativa se caracteriza por una exploración profunda de temas relacionados con la feminidad, la sostenibilidad y la metamorfosis.
Para su obra pictórica encuentra la inspiración en la observación de las grietas y el desgaste natural de las paredes, sus tonos desvanecidos y texturas... como huellas de historias pasadas, escondidas... Realiza su trabajo tanto sobre papel como sobre tabla en los que lleva a cabo un proceso de creación y deconstrucción buscando, no solo reproducir las marcas que deja el paso del tiempo en las superficies, sino también capturar la belleza de lo imperfecto. El proceso es intencionalmente intuitivo, dejando espacio para que las imperfecciones hablen por sí mismas.
La pátina natural de musgo, líquenes o manchas de humedad poseen una belleza única. Estas texturas orgánicas no sólo embellecen al entorno, sino que también simbolizan la interacción constante entre la naturaleza y el ser humano.
“Las paredes que llevan las huellas del paso del tiempo son verdaderas cápsulas de historia, arte y emoción. Νos invitan a detenernos, observar y reflexionar sobre las innumerables historias que han presenciado” – comenta Leticia.
En sus esculturas consigue moldear el cobre con gran destreza alcanzando formas cargadas de dinamismo y plasticidad. La serie “Fragmentos de la Antigüedad” busca capturar la esencia de la indumentaria clásica, explorando la relación entre la delicadeza del tejido y el cuerpo que lo sostiene. Con el uso de la lámina de cobre se investiga la dicotomía entre la aparente rigidez del material y su ligereza, generando una sensación de movimiento a través de sus plegados. La reciente incorporación a su trabajo del empleo de nuevas tecnologías como la impresión 3D busca establecer un diálogo entre lo tradicional y lo innovador.
La intención de este trabajo es que mis piezas no sólo hablen de la belleza de lo antiguo, sino también de nuestra capacidad actual para crear fundiendo lo tradicional y lo innovador en un diálogo visual y simbólico– comenta la artista.
En este contexto, el enfoque de “artesanía digital” resulta esencial; este nuevo término define con exactitud la combinación de dos mundos: la precisión tecnológica contemporánea y el toque humano. Este planteamiento “híbrido” permite mantener la conexión con las tradiciones; en cada etapa del proceso, busco que mis obras no solo hablen de la belleza de lo antiguo, sino también de nuestra capacidad actual para innovar con responsabilidad.
Con todo ello Leticia busca generar en el espectador una reflexión sobre la vigencia de los ideales clásicos en el arte contemporáneo, al tiempo que subraya la importancia del empleo de nuevas tecnologías y el uso de materiales naturales. El resultado es un diálogo visual entre lo que queda y lo que se ha perdido: una metáfora de la memoria y del paso del tiempo, que invita al espectador a explorar las huellas del pasado.
Desde abril de 2023, forma parte del colectivo de artistas LabBrut, ubicado en el madrileño barrio de Carabanchel, donde desarrolla su faceta artística. Ha participado en exposiciones colectivas junto a LabBrut así como con la Abstract Art School. Sus piezas están presentes en las galerías Viridian y The Romanach de Madrid.





